El Espíritu Santo te dirigirá sólo a fin de evitarte dolor

El Espíritu Santo te dirigirá sólo a fin de evitarte dolor. Obviamente nadie se opondría a este objetivo si lo reconociese. Mas el problema no estriba en si lo que el Espíritu Santo dice es verdad o no, sino en si quieres escucharle o no. No puedes reconocer, lo que es doloroso, de la misma manera en que tampoco sabes lo que es dichoso, y, de hecho, eres muy propenso a confundir ambas cosas. La función primordial del Espíritu Santo es enseñarte a distinguir entre una y otra. Lo que a ti te hace dichoso le causa dolor al ego, y mientras tengas dudas con respecto a lo que eres, seguirás confundiendo la dicha con el dolor. Esta confusión es la causa del concepto de sacrificio. Obedece al Espíritu Santo, y estarás renunciando al ego. Pero no estarás sacrificando nada. Al contrario, estarás ganándolo todo. Si creyeses esto, no tendrías conflictos. (T.7.X.3)

Compartir: La ley que unifica al Reino y lo conserva en la Mente de Dios

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Hemos dicho que sin proyección no puede haber ira, pero también es verdad que sin extensión no puede haber amor. Todo ello refleja una ley fundamental de la mente y, por consiguiente, una ley que siempre está en vigor. Es la ley mediante la cual creas y mediante la cual fuiste creado. Es la ley que unifica al Reino y lo conserva en la Mente de Dios. El ego, sin embargo, percibe dicha ley como un medio para deshacerse de algo que no desea. Para el Espíritu Santo, es la ley fundamental del compartir, mediante la cual das lo que consideras valioso a fin de conservarlo en tu mente. Para el Espíritu Santo, es la ley de la extensión. Para el ego, la de la privación. Produce, por lo tanto, abundancia o escasez, dependiendo de cómo eliges aplicarla. La manera en que eliges aplicarla depende de ti, pero no depende de ti decidir si vas a utilizar la ley o no. Toda mente tiene que proyectar o extender porque así es como vive, y toda mente es vida. (Un curso de milagros, Texto 7.VIII.1)

Contempla a tu hermano con infinita benevolencia

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«Él sólo te pide que aceptes por Él la gratitud que le debes. Y cuando contemplas a tu hermano con infinita benevolencia, lo estás contemplando a Él. Pues estás mirando allí donde Él está, y no donde no está. No puedes ver al Espíritu Santo, pero puedes ver a tus hermanos correctamente. Y la luz en ellos te mostrará todo lo que necesites ver. Cuando la paz que mora en ti se haya extendido hasta abarcar a todo el mundo, la función del Espíritu Santo aquí se habrá consumado. ¿Qué necesidad habrá de ver entonces? Cuando Dios Mismo haya dado el paso final, el Espíritu Santo reunirá todas las gracias que le hayas dado y toda la gratitud que le hayas ofrecido, y las depositará dulcemente ante Su Creador en el nombre de Su santísimo Hijo. Y el Padre las aceptará en Su Nombre. ¿Qué necesidad hay de ver, en presencia de Su gratitud?» (Un curso de milagros, Texto 19.IV.3)

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Aula ESCRITA UCDM en español. Un Curso De Milagros.

Como funciona un milagro

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Tu derecho a los milagros quedó establecido en tu creación y está garantizado por las leyes de Dios. (Un Curso de Milagros, L.PI.77.2.5)

La operativa del milagro puede llegar a ser difusa al principio, pues tus creencias de miedo impediran que puedas ver la eterna realidad rondar tus pensamientos.

Tienes derecho a los milagros por ser quien eres, y cuando dejes de temer, iras a que tu Espiritu haga los milagros para ti, sirviendose de ti puesto que es lo que has pedido. Toda la diferencia es una cuestion de proposito, y esto es lo que marca la diferencia en el milagro. Cuando tu proposito sea el del Espiritu, El te dira lo que puedes hacer, lo que puedes escribir, lo que puedes escuchar. Te dira exactamente lo que tu quieres hacer realmente, ni mas ni menos, porque eso es lo que la creacion espera de ti.

Te contara sobre tu funcion especial, que encajara perfectamente en el mundo de las formas. La forma no es un problema para el milagro, de hecho, al inicio es la unica manera de que tu entiendas lo que es un milagro. Tu Espiritu te habla a todas horas, si no puedes oirle es que aun conservas el miedo. Entrega tu miedo a Jesucristo, y sigue viviendo el milagro.

Muchas veces en el pasado has vivido el milagro, pero aun no puedes saberlo si tu entrega no es total. No dejes nada ahi aparcado. Si curras sigue currando. Si estas casado sigue estandolo. Si tienes deudas no te apures. Todo se arreglara cuando empieces a vivir el milagro de tu vida, ahora mismo. Tu Espiritu te dice en cada momento lo que tu deseas realmente, siguele, porque eso es exactamente lo que tu desear hacer. Tu Espiritu no te impedira hacer absolutamente nada, todo es licito para tu santidad, pero es El el que sabe lo que tu deseas hacer ahora.

Como quedar absuelto de toda culpa

Hay otra ventaja -y muy importante por cierto- en poner en manos del Espíritu Santo todas las decisiones cada vez más. Aunque su importancia es obvia, tal vez no hayas pensado en este aspecto: seguir las directrices del Espíritu Santo es permitirte a ti mismo quedar absuelto de toda culpa. Es la esencia de la Expiación. El núcleo central del programa de estudios. La imaginaria usurpación de funciones que no te corresponden es la causa del miedo. El mundo que ves refleja la ilusión de que has usurpado una función que no te corresponde, haciendo que el miedo sea algo inevitable. Devolver dicha función a Quien le corresponde es, por lo tanto, la manera de escapar del miedo. Y esto es lo que hace posible que el recuerdo del amor retorne a ti. No pienses, entonces, que necesitas seguir la dirección del Espíritu Santo sólo por razón de tus propias insuficiencias. Necesitas seguirlas porque es la manera de escaparte del infierno. (Un curso de milagros, Maestros  29.3)

Haz sólo esto y todo se te dará

El Espíritu Santo necesita que desempeñes tu función especial, de modo que la Suya pueda consumarse. No pienses que no tienes un valor especial aquí. Tú lo quisiste, y se te concedió. Todo lo que has hecho se puede utilizar, fácil y provechosamente, a favor de la salvación. El Hijo de Dios no puede tomar ninguna decisión que el Espíritu Santo no pueda emplear a su favor, en vez de contra él. Sólo en la obscuridad parece ser un ataque tu deseo de ser especial. En la luz, lo ves como la función especial que te corresponde desempeñar en el plan para salvar al Hijo de Dios de todo ataque y hacerle entender que está a salvo, tal como siempre lo estuvo y lo seguirá estando, tanto en el tiempo como en la eternidad. Ésta es la función que se te encomendó con respecto a tu hermano. Acéptala dulcemente de la mano de tu hermano, y deja que la salvación se consume perfectamente en ti. Haz sólo esto y todo se te dará. (Un curso de milagros, Texto 25.VI.7)

El gran deseo de aprender

Tanto la separación como el principio que gobierna la Expiación dieron comienzo simultáneamente. Cuando el ego fue engendrado, Dios puso en la mente la llamada al júbilo. Esta llamada es tan poderosa que el ego siempre se desvanece ante su sonido. Por eso es por lo que tienes que elegir escuchar una de las dos voces que hay dentro de ti. Una la inventaste tú, y no forma parte de Dios. La otra te la dio Dios, Quien sólo te pide que la escuches. El Espíritu Santo se encuentra en ti en un sentido muy literal. Suya es la Voz que te llama a retornar a donde estabas antes y a donde estarás de nuevo. Aun en este mundo es posible oír sólo esa Voz y ninguna otra. Ello requiere esfuerzo, así como un gran deseo de aprender. Ésa es la última lección que yo aprendí, y los Hijos de Dios gozan de la misma igualdad como alumnos que como Hijos. (T.5.II.3)

El cuerpo como un medio

EL CUERPO COMO UN MEDIO

Una de las formas que tu libertad tomará es la libertad de la enfermedad. Porque en tu comprensión de que tu cuerpo es un medio simplemente, que el cuerpo es simplemente un vehículo de experiencia, que es el producto de la Mente, encontrarás en tu comprensión, que todo viene de la Mente, que nunca elegirás la enfermedad. Porque la enfermedad no es mas que un instrumento, cuidadosamente planificado, que tú usas para substanciar tu creencia de que estás separado.

Si alguna vez, Escúchame bien, si alguna vez estás enfermo – de la más leve gripe, a la peor enfermedad corporal que puedas imaginar, de la peor enfermedad psiquiátrica que puedas pensar, recuerda que esto no es felicidad – si alguna vez experiencias alguna de esas enfermedades, tu estás creyendo que el cuerpo es un fin.

Y ¿cómo es eso? Cuando crees que el cuerpo es un fin, crees como te he dicho, que él tiene existencia por sí mismo. Y así crees que tu cuerpo puede enfermarse, de alguna forma, independiente de ti. Y así crees que tú, un ser aislado y separado, puedes ser víctima de tu cuerpo. Mientras que sin la creencia en la separación, eso no puede ser así.

Surgiendo de tu mente, sería posible que eligieras lo que el mundo llama los síntomas físicos. Pero en tu discernimiento de que el cuerpo es un medio solamente, y que todo viene de la Mente, nunca habría resistencia. Porque nunca habría la creencia de que fueras víctima de tu cuerpo. Y por lo tanto, tu percepción no sería de enfermedad. Simplemente sería de la experiencia.

Brent A. Haskell – La Otra Voz (pag.80) acerca de Un Curso De Milagros (UCDM)

El instante santo de David R. Hawkins

Fuente: http://descubriendolaluz.wix.com/david-r-hawkins

En los libros de David R. Hawkins, al final, podeis leer esta nota del autor:

Nota Autobiográfica

Si bien las verdades expuestas en este libro estaban científicamente fundamentadas y objetivamente organizadas, al igual que todas las verdades, con anterioridad a todo ello, se experimentaron personalmente. Toda una vida de intensos estados de conciencia, que comenzaron a edad temprana, inspiro y dio dirección al proceso de realización subjetiva que, finalmente, tomo la forma de este libro. Seguir leyendo

El instante santo y su manifestacion

Hace poco expuse un video de Anita Moorjani y su instante santo. Pero vamos a hacer una aclaracion aqui: el instante santo no es la manifestacion exterior, sino la causa de lo que ocurre. Y la manifestacion no siempre va a ser TAN visible como le paso a Anita. El caso de Anita era adecuado para representar la idea, pero es tan solo una mas de las manifestaciones. Seguir leyendo

Soy tal como Dios me creó

Repetiremos la idea de hoy de vez en cuando. Pues sólo con este pensamiento bastaría para salvarte a ti y al mundo, si creyeses que es verdad. Su veracidad significa que no has efectuado ningún cambio real en ti, ni que tampoco has cambiado el universo de manera que lo que Dios creó hubiese podido ser reemplazado por el miedo y la maldad, por la aflicción y la muerte. Si sigues siendo tal como Dios te creó, el miedo no tiene sentido, la maldad no es real y la aflicción y la muerte no existen.

La idea de hoy es, por lo tanto, todo cuanto necesitas para dejar que la absoluta corrección sane tu mente y te conceda una visión perfecta que corrija todos los errores que cualquier mente haya podido cometer en cualquier momento o lugar. Esta idea es suficiente para sanar el pasado y liberar el futuro. Esta idea es suficiente para permitir que el presente se acepte tal como es. Esta idea es suficiente también para dejar que el tiempo sea el medio por el que el mundo entero aprende a escaparse del tiempo y de todos los cambios que éste parece producir con su pasar.

Si sigues siendo tal como Dios te creó, las apariencias no pueden reemplazar a la verdad, la salud no puede trocarse en enfermedad, la muerte no puede suplantar a la vida ni el miedo al amor. Nada de eso ha ocurrido si tú sigues siendo tal como Dios te creó. No necesitas otro pensamiento que éste para permitir que la redención venga a iluminar al mundo y a liberarlo del pasado.

Con este pensamiento basta para erradicar todo el pasado y salvar el presente a fin de que se pueda extender serenamente hasta un futuro intemporal. Si eres tal como Dios te creó, entonces no ha habido separación alguna entre tu mente y la Suya, ni división entre tu mente y otras mentes, y sólo ha habido unidad en la tuya.

El poder sanador de la idea de hoy es ilimitado. La idea de hoy es la cuna de todos los milagros, la gran restauradora de la verdad en la conciencia del mundo. Practica la idea de hoy con gratitud. Ésta es la verdad que te hará libre. Ésta es la verdad que Dios te ha prometido. Ésta es la Palabra con la que a todo sufrimiento le llega su fin.

Comienza las sesiones de práctica de cinco minutos con esta cita del texto:

Soy tal como Dios me creó.
Su Hijo no puede sufrir.
Y yo soy Su Hijo.

Luego, mientras mantienes esta afirmación fija en la mente, trata de encontrar en ella al Ser que es el santo Hijo de Dios Mismo.

Busca en tu interior a Aquel que es el Cristo en ti, el Hijo de Dios y hermano del mundo; el Salvador que ha sido salvado para siempre y que tiene el poder de salvar a todo aquel que entra en contacto con Él, por levemente que sea, y le pida la Palabra que le dice que él es Su hermano.

Eres tal como Dios te creó. Honra hoy a tu Ser, y no rindas culto a las imágenes que fabricaste para que fuesen el Hijo de Dios en lugar de lo que él es. En lo más recóndito de tu mente el santo Cristo en ti espera a que lo reconozcas como lo que tú eres. Y mientras no lo reconozcas y Él siga siendo un desconocido para ti, tú seguirás perdido y sin saber quién eres.

Búscalo hoy y encuéntralo. Él te salvará de todos los ídolos que has inventado. Pues cuando lo encuentres, comprenderás cuán indignos son tus ídolos y cuán falsas las imágenes que creías ser. Hoy damos un paso gigantesco hacia la verdad al abandonar nuestros ídolos y abrir nuestros brazos, nuestros corazones y nuestras mentes a Dios.

Lo recordaremos a lo largo del día con nuestros corazones rebosantes de gratitud y albergando solamente pensamientos amorosos hacia todos aquellos que hoy se crucen en nuestro camino. Pues así es como lo recordaremos. Y para poder recordar a Su Hijo, nuestro santo Ser, el Cristo en cada uno de nosotros diremos:

Soy tal como Dios me creó.

Declaremos esta verdad tan a menudo como podamos. Ésta es la Palabra de Dios que te hace libre. Ésta es la llave que abre las puertas del Cielo y te permite entrar a la paz de Dios y a Su eternidad.

UN CURSO DE MILAGROS – LIBRO DE EJERCICIOS – LECCION 110